La entrevista reciente con Alejandro Marcovich, exintegrante de Caifanes, revela aspectos fascinantes sobre su evolución artística y su decisión de abandonar el rock. Marcovich, conocido por su influyente rol en la banda durante los 80 y 90, ahora explora otros géneros y colaboraciones. Explica que su alejamiento del rock no debería sorprender a nadie, ya que su carrera siempre ha sido una búsqueda constante de nuevos horizontes musicales. Marcovich ha experimentado con géneros como el regional mexicano, en proyectos como su reciente colaboración «La Gente Como Quiera Baila».
Su relación con el rock se transformó a lo largo de los años, desde su participación clave en Caifanes, que marcó una era con discos emblemáticos como El Diablito y El Silencio. La ruptura de la banda en 1995, causada por diferencias irreconciliables con Saúl Hernández, fue un momento decisivo en su carrera. Aunque en 2010 la banda se reunió brevemente, Marcovich continuó con su propio camino, desarrollando un estilo más experimental y menos ligado a las convenciones del rock.
En la entrevista también reflexiona sobre la naturaleza del éxito y su deseo de no repetirse como artista. Para Marcovich, la música es una forma de expresión que trasciende géneros y etiquetas, y su incursión en sonidos más arraigados en la cultura mexicana lo ha reafirmado en esa convicción. Su proyecto actual destaca por la fusión de la música tradicional con influencias contemporáneas, algo que para él es una evolución natural tras décadas de carrera.