El 28 de junio de 2013 se marcó un hito en la historia del rock con el regreso triunfal de The Rolling Stones al icónico Hyde Park de Londres, 44 años después de su primer y memorable concierto en ese mismo lugar. La banda, liderada por Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood, deslumbró a una multitud de más de 65,000 fanáticos con una actuación que recordó sus glorias pasadas y reafirmó su estatus como leyendas vivientes del rock.
El concierto fue parte de su gira «50 & Counting» que celebraba los cincuenta años de existencia de la banda. La expectación era palpable desde semanas antes del evento, con entradas agotadas en cuestión de minutos. Para muchos, era una oportunidad única de ver a los Stones en un escenario que guarda un significado especial tanto para la banda como para sus seguidores.
El espectáculo comenzó con una explosión de energía cuando la banda subió al escenario al ritmo de «Start Me Up». Desde ese momento, la noche se convirtió en un viaje a través de su vasta discografía, con clásicos como «Paint It Black», «Gimme Shelter» y «Sympathy for the Devil» resonando en el aire veraniego de Londres.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la interpretación de «Angie», dedicada a la memoria del difunto Brian Jones, miembro fundador de la banda, quien falleció trágicamente pocos días después de su primer concierto en Hyde Park en 1969. Mick Jagger, con su característico carisma y energía inagotable, conectó profundamente con el público, mientras que Keith Richards y Ronnie Wood desplegaron sus habilidades guitarrísticas, y Charlie Watts mantenía el ritmo con su precisa batería.
La producción del concierto fue impresionante, con una escenografía que incluía enormes pantallas de video, luces deslumbrantes y efectos visuales que acompañaron perfectamente a la música. El cierre de la noche, con la emblemática «Satisfaction», fue un momento culminante que dejó al público extasiado y aclamando a la banda.
El regreso de The Rolling Stones a Hyde Park no solo fue un testimonio de su perdurable relevancia en la escena del rock, sino también una celebración de su legado. Para muchos fanáticos, jóvenes y viejos, fue una noche para recordar y un recordatorio de por qué The Rolling Stones siguen siendo los «Sus Satánicas Majestades» del rock and roll.
Este concierto del 28 de junio de 2013 se inscribe en la historia del rock como un evento emblemático que reafirmó la influencia y el poder de la música en vivo, demostrando que, a pesar de las décadas, The Rolling Stones siguen siendo una fuerza imparable en el mundo del rock.