Por: Jesús Granados

En el vibrante mundo del rock, pocas historias logran capturar la esencia de la locura y el desenfreno como la protagonizada por Queens of the Stone Age en Rock in Rio 2001. El festival, conocido por ser uno de los eventos musicales más icónicos y multitudinarios del planeta, fue el escenario de un episodio tan insólito como memorable, que sigue resonando entre los aficionados más fervientes del rock.

Corría el año 2001, y Queens of the Stone Age se encontraba en un momento crucial de su carrera. Con su segundo álbum, «Rated R», la banda había comenzado a forjarse un nombre en la escena musical internacional. Sin embargo, lo que sucedió en el escenario de Rock in Rio ese año dejó una marca indeleble en su historia y en la memoria de quienes asistieron al festival.

En medio de su electrizante actuación, la banda se encontró con una situación completamente inesperada. Un miembro del equipo de Queens of the Stone Age, bajo los efectos de una noche de excesos, decidió subir al escenario completamente desnudo. La audiencia, compuesta por miles de fanáticos del rock, quedó atónita ante la audacia del espontáneo participante. El líder de la banda, Josh Homme, conocido por su actitud desenfadada y su espíritu irreverente, apenas podía contener la risa mientras continuaba tocando.

Este episodio no solo se convirtió en un momento legendario para Queens of the Stone Age, sino que también reflejó la atmósfera de libertad y desenfreno que caracteriza a los festivales de rock. La anécdota fue compartida por Homme en diversas entrevistas a lo largo de los años, siempre con una mezcla de humor y nostalgia. «El tío estaba desnudo», recordó Homme en una ocasión, señalando cómo ese momento encapsulaba el espíritu rebelde y desinhibido de la banda y de la cultura rock en general.

Más allá de la anécdota, la actuación de Queens of the Stone Age en Rock in Rio 2001 consolidó su reputación como una de las bandas más emocionantes y originales del rock contemporáneo. La combinación de su potente sonido y su actitud irreverente les ganó una legión de seguidores y solidificó su lugar en la historia del rock.

Hoy, más de dos décadas después, la historia del «tío desnudo» en Rock in Rio sigue siendo una de las favoritas entre los fanáticos de Queens of the Stone Age. No solo por la hilaridad del momento, sino porque captura perfectamente la esencia de lo que significa ser parte de una banda de rock: la imprevisibilidad, la libertad y, sobre todo, la capacidad de transformar lo inesperado en una leyenda.

Este episodio, aunque anecdótico, es un recordatorio de que en el rock, como en la vida, a veces los momentos más memorables son aquellos que ocurren fuera del guion. Y para Queens of the Stone Age, Rock in Rio 2001 será siempre un testimonio de su capacidad para sorprender y deleitar a su público, sin importar las circunstancias.

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