El 23 de agosto de 2024, durante un mitin en Glendale, Arizona, la campaña de Donald Trump usó la icónica canción «My Hero» de Foo Fighters sin la autorización de la banda. La canción sonó mientras Trump presentaba a Robert F. Kennedy Jr., quien anunció su apoyo a la candidatura de Trump tras suspender su propia campaña presidencial. Foo Fighters reaccionó rápidamente, condenando el uso no autorizado y señalando que no habían dado permiso, y que, de haberlo solicitado, no lo habrían concedido.

Foo Fighters condenan el uso no autorizado de "My Hero" en un mitin de Trump y donarán los ingresos generados a sus opositores políticos.

Este incidente no es el primero en el que la campaña de Trump enfrenta controversias por el uso no autorizado de música. A lo largo de sus campañas, Trump ha sido criticado repetidamente por varios artistas, incluyendo a Queen, R.E.M., y The Rolling Stones, por utilizar sus canciones sin permiso en eventos políticos. En esta ocasión, Foo Fighters ha tomado una postura firme, declarando que cualquier ingreso generado por el uso de «My Hero» será donado a la campaña de Harris/Walz, los opositores políticos de Trump.

El portavoz de la campaña de Trump afirmó que contaban con una licencia para reproducir la canción, basándose en una supuesta autorización a través de la plataforma Songview de BMI. Sin embargo, la banda ha señalado que dicha licencia no equivale a un consentimiento explícito para su uso en un evento político, lo que ha generado un nuevo debate sobre los derechos de uso de la música en campañas políticas.

La relación entre Trump y la comunidad musical ha sido tensa durante años. A lo largo de sus campañas, ha utilizado canciones icónicas sin permiso, lo que ha generado reacciones negativas de muchos artistas. Foo Fighters, conocidos por su activismo político y social, no es la primera banda que toma acciones en contra de Trump por el uso no autorizado de su música, pero su decisión de donar los ingresos a sus oponentes políticos subraya su descontento con el uso de «My Hero» en este contexto.

Este tipo de disputas destaca las tensiones entre la libertad de expresión y los derechos de autor en la música, especialmente en el ámbito político. Aunque las licencias de uso de música permiten la reproducción de canciones, muchos artistas consideran que el contexto en el que se utiliza su trabajo es igualmente importante. Foo Fighters, como muchos otros, han dejado claro que no desean que su música sea asociada con las campañas de Trump, y están dispuestos a tomar medidas para proteger esa postura.

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