El 15 de agosto de 1962 marcó un hito en la historia del rock, cuando John Lennon y Paul McCartney realizaron un viaje clave desde Liverpool hasta Skegness. Su misión era convencer a Ringo Starr, baterista de Rory Storm & the Hurricanes, para unirse a los Beatles. Ringo, que había sido tentado por Kingsize Taylor para unirse a su banda en Hamburgo por £20 a la semana, recibió una oferta irresistible de Lennon y McCartney: £25 semanales. Starr aceptó, y con su incorporación, los Beatles sellaron la formación clásica que los llevaría a convertirse en la banda más influyente de todos los tiempos.

La decisión de Starr de unirse a los Beatles no fue solo una cuestión económica, sino también una elección artística que cambiaría el rumbo de la música popular. La química entre los cuatro miembros creó un sonido distintivo que resonó en todo el mundo. La llegada de Starr completó la alineación que lanzaría éxitos como «Love Me Do» y «Please Please Me», y que en pocos años desencadenaría la Beatlemanía. Este día se convierte en un punto crucial que muestra cómo pequeñas decisiones pueden tener un impacto monumental en la historia cultural.

Escuchas

El Rocanrosaurio

El santuario del Rock